viernes, 31 de diciembre de 2010

Entre "Ir a la escuela" y "Haraquiri político"

Debo reconocer la valentía que ha demostrado la alcaldesa de Jaén con la puesta en marcha del tranvía. No voy a entrar en si hacía falta, o no; en si hay otras cosas más necesarias, o no; en si podría encontrarse alternativas más baratas, o no... Esos serían debates interesantísimos, pero los dejaremos para otros foros y otros momentos.
También hay que echarle... agallas al enésimo cambio que se produce en las direcciones de calles y avenidas con respecto a los vehículos. Creo que son millón y medio en la última década. Los que entraron en vigor el otro día, pueden gustarnos más o menos; ser más acertados unos que otros; verlos unos lógicos y otros no; útiles o inútiles... Pero hay una cuestión que creo cae por su propio peso: es una barbaridad dejar en un solo carril ascendente el Paseo de la Estación, cuando hace dos telediarios eran cuatro carriles. Éste creo que es el auténtico talón de Aquiles de la última reordenación.
Ayer, por ejemplo, a las 19,35 horas recorrí a pie y de manera completa todo el Paseo de la Estación. El atasco -en sentido ascendente- comenzaba en la Plaza de la Constitución y llegaba hasta la rotonda de Renfe, es decir, lo ocupaba todo. Se trata de un auténtico infierno no sólo para quienes circulan por allí, sino también para quienes quieren acceder a él a través de Arquitecto Berges y Ejército Español (estas dos calles están continuamente colapsadas). Y eso que aún está prohibido el giro a la izquierda en la calle Baeza, porque cuando ya se pueda realizar se trata de otra calle que echa más coches a una vía completamente saturada.
Otro dato. En el tramo comprendido entre el antiguo Asuán y la Plaza de las Batallas -entre 200 y 300 metros aproximadamente- conté ocho autobuses urbanos.
Cierto que todavía no funciona el tranvía, y cuando lo haga quitará algunos coches de las calles. Cierto que cuando funcione el tranvía, muchos de los autobuses que ahora circulan por el Paseo de la Estación serán trasladados a la Avenida de Madrid, y eso reducirá el tráfico. Cierto que ahora hay cierta confusión entre los conductores, y eso provoca una circulación más lenta.
Pero no es menos cierto que el tranvía, parece ser, no empezará a funcionar de manera efectiva hasta el mes de abril. Es decir, casi cuatro meses de infierno.
Tampoco es menos cierto que por muchos autobuses que se eliminen, el colapso está garantizado.
Sigue sin ser menos verdad que quien deba utilizar el Paseo de la Estación, no tendrá más remedio que hacerlo, porque no hay alternativas.
Parece ser que, visto lo visto, la única solución para que el tráfico sea fluido está en que todo el mundo deje el coche en la cochera, y utilice el transporte público, o se traslade a pie. Pero para ese viaje no hacían falta las alforjas de los varios miles de millones de pesetas que ha costado el tranvía.
Hace poco decía alguien en alguna tertulia política nacional que el sueldo de nuestros políticos es bajo. Y eso hace que sólo los menos preparados, quienes no pueden buscarse las habichuelas en otro sitio -donde se paga por capacidad y productividad- sean los que ocupan esos puestos públicos. Yo no diría tanto, aunque tampoco descartaría completamente la teoría. La intentaría compartir con ese sabio consejo que Vito Corleone le daba a su hijo Michael cuando éste empezaba a sustituirle como El Padrino: "ten cerca a tus enemigos, pero más cerca todavía a tus amigos". Y es que las puñaladas traperas que más duelen suelen llegarte de quien más cerca tienes, y, por lo inesperadas que resultan, hacen más pupa de lo que sería lógico.
Pues ya tiene nuestra alcaldesa dos elementos entre los que puede reflexionar: mandar a la escuela a alguien, o vigilarse bien la espalda.
A mí, personalmente, esto me suena más a haraquiri político.
En cualquier caso, y como el tiempo es siempre el que da y quita razones, esperaremos una certificación... o no.

lunes, 27 de diciembre de 2010

¡¡Qué frííííííío!!

¡Vaya tela el frío que hace estos días!. Menos mal que la luz sólo va a subir un 10% a partir del 1 de enero, y el gas sólo un 4%, que si no, no se qué íbamos a hacer para calentarnos.
El otro día, y a cuenta de las bajas temperaturas, me pasó una cosa increíble. Fue el día 24 a eso de las siete y media de la mañana. Como he hecho otras muchas veces, y eso que en esta ocasión no era tan temprano como habitualmente, fui a correr un ratito. Lo novedoso es que me fui con un gorro de lana para cubrirme las orejas, pues dos días antes también salí, pero sin gorro, y lo pasé bastante mal; incluso pensé en algún momento que las tenía congeladas y que se me caerían con sólo tocarlas... como en las películas.
Lo cierto que en esta ocasión el gorro cumplió perfectamente con la misión encomendada, y el rodaje salió bastante bien. En cualquier caso, noté que hacía bastante frío porque a pesar de que había corrido 12 kilómetros, y que iba con guantes, gorro, mallas largas, doble camiseta... no tenía ni pizca de calor.
Lo gracioso fue que cuando llegué a mi casa, pasadas las ocho y media de la mañana, un vecino, tras darme los buenos días, llamó la atención sobre algo extraño que tenía en el gorro. Rápidamente me miré en el espejo del ascensor y comprobé que tenía parte del gorro congelado, o mejor dicho, con hielo procedente -imagino- de la escarcha que cae al amanecer en las jornadas de bajas temperaturas.
¡Menos mal que me llevé el gorro, que si no, esta vez sí que me quedo sin orejas, y quizá sin algo más!
Para tener notario de lo ocurrido, aquí os dejo una foto que me hice nada más entrar en casa.
¡Vaya tela el fríííííííííííííííííííío que hace!

jueves, 23 de diciembre de 2010

Vuelta por Navidad

¿Qué ex alto cargo político vuelve a casa por Navidad?. Apostó, y fuerte, pero la jugada no le salio como él había previsto. De hecho, fue guillotinado, y finalmente optó por la retirada a sus cuarteles de invierno. Ahora, cumplidos los plazos legales, pide reincorporarse a su puesto de trabajo.
Visto lo visto, y los milagros propios de la Navidad, a lo mejor hasta lo recuperan como activo político de cara a las próximas elecciones. No lo creo, pero como en esto de la política lo burros vuelan tan alto...

miércoles, 22 de diciembre de 2010

¡¡¡Premio!!!

Al final han tocado 100 euros en el décimo de abajo, el del Real Jaén. No está mal. Podemos pagar pocas deudas, muy pocas... casi ninguna, pero menos da una piedra.
Ya os dije que compraseis uno, bueno pues alguien a quien le di el coñazo, y de qué manera, no me hizo caso y ahora se ha arrepentido.
Bueno, pues ya sé el décimo que compraré para el año que viene. Os lo digo cuando lo tenga.
¡¡HALA JAÉN!!

El Gordo

Atención a este décimo. Hace semanas que recomiendo su compra de cara al sorteo de esta mañana; incluso he llegado a ser pesado con algunos compañeros de trabajo, y sin embargo no han seguido mi consejo.
No es que lo haya soñao una abuela, pero creo que va ser El Gordo de la Lotería de Navidad que se sortea hoy. Dicen que la Suerte suele, cada año por estas fechas, ser solidaria con los más necesitados, y por ello los grandes premios suelen ir a personas representativas de este sentir; protagonistas de historias casi límite que, por ello mismo, se merecen una pizca de felicidad, aunque sea en forma de euros.
Pues bien, este número, el 33203, representa un auténtico drama. Es el número que ha vendido el Real Jaén, una institución que en las últimas semanas se caracteriza por lo esperpéntico, por estar al límite de la desaparición por falta de dinero, por una situación extrema llevada hasta límites surrealistas; incluso en lo referente a la lotería porque se retiraron los décimos de la administración, se vendieron cobrando los dos euros de demasía de rigor en apoyo al club, pero luego se gastaron en pagar otras deudas todo el dinero, el que era para ellos y el que era para la administración. El lotero no ha tenido más remedio que poner una denuncia en el juzgado, y no sé si el asunto está solucionado a día de hoy, en el que sortean premios que pueden llegar a un número ¿robado?.
¿Podemos encontrar situación más pobre? Pues por eso mismo tiene todas las papeletas para ser El Gordo.
Espero que hayan tenido la previsión de dejar algunos décimos para el club, por eso de si toca. O a lo peor no. Sería ya el colmo.

martes, 21 de diciembre de 2010

Tercer aniversario: vendrá más política

Hace unos días se cumplía el tercer aniversario de elcatite.es. Fue el 14 de diciembre del año 2007. Mucho ha llovido desde entonces. Y mucho he escrito desde entonces. Creo que en este tiempo he mantenido aquellos principios que ocuparon mi primera declaración de intenciones. Y eso que hay quien me ha recriminado el que hable tanto de cosas personales y tan poco de política. Cierto que la política mueve mucho, y da mucho que hablar, y ocupa muchos minutos de tertulias, telediarios... pero creo sinceramente que en la mayoría de las ocasiones no estamos más que ante una pérdida de tiempo. Los políticos dirigen nuestros designios, y sin embargo están a años luz del común de los mortales. Así lo indica su gestión, más próxima a mantenerse en el sillón que a procurar el bienestar de sus administrados.
Por todo esto creo sinceramente que hace falta una especie de revolución de la gente de a pie, una rebelión popular frente a los desmanes de esta especie de extraterrestres que se mezclan entre nosotros, o que son simplemente aquello en lo que muchos se/nos convertimos al conseguir un acta de diputado (concejal, senador, etcétera).
En base a este argumento, del que estoy cada vez más convencido, creo que voy a abrir un poco más los tentáculos de elcatite.es a la irrealidad política que tanto nos fastidia.
Así, en este año que ahora comienza seguirá habiendo cosas personales como carreras, críticas de cine y de libros, deportes, teatro, recuerdos del pasado... pero también una pizca de política; de política y también de políticos, tanto de los malos (los más) como de los buenos (los menos). Me da igual el color. Lo importante es que lo hagan bien, o al menos con el objetivo último de hacerlo bien.
Hablamos dentro de un año... si seguís por aquí.

miércoles, 15 de diciembre de 2010

The Oscar goes to... o más bien Jaén NP

¿Qué concejala del ayuntamiento de Jaén, de armas tomar para más señas, ha rechazado un regalo a modo de película que alguien quiso hacerle?. El presente no llegaba como unos Reyes Magos adelantados, sino que fue ofrecido porque es una película rodada íntegramente en Jaén y, además, dirigida por un jienense, en concreto, el más joven de Europa en su género.

sábado, 11 de diciembre de 2010

Objetivo Málaga (y VII): la foto


Con esta me despido de esta serie. Y quiero finalizar con la prueba de que estuve en Málaga, y lo pasé fatal. Aquí veis mi entrada en meta. Completamente desfallecido, tras pasar la alfombra detectora del chip que todos los corredores llevábamos en la zapatilla, no pude más que pararme (llevaba 17 kilómetros arrastrándome), ponerme manos en jarra, y seguir la fila de gente que había delante sin pensar en nada más que en comer algo (mucho) con azúcar y tirarme por el suelo. Es lo que hice después.
Mi tiempo final fue 3h 40 minutos 45 segundos; aunque en el reloj de meta pone menos, imagino que está roto el último dígito, y donde hay un cero debería haber un ocho. Porque esta imagen es de unos segundos después de pasar por la meta.
Jamás olvidaré este maratón porque sufrí de lo lindo. Pero ya se me ha olvidado. Es lo que tiene esto del correr. Probadlo y seguro que os engancha. El próximo 16 de enero, en la San Antón, tenéis una oportunidad de oro.

martes, 7 de diciembre de 2010

Objetivo Málaga (VI): fracaso total

Roto. Decepcionado. Impotente. Muerto. Cabreado. Dolorido. Jamacucado. Estos son algunos de los sentimientos que tenía tras haber cruzado la meta del I Maratón de Málaga en la mañana de ayer. Bueno, tras haber cruzado la meta y algunos kilómetros antes porque desde algo después de pasar por el punto de la media maratón (21,097 kilómetros) ya sabía que no iba a lograr mi meta de realizar los 42,195 kilómetros en menos de 3 horas y 30 minutos. Y así se confirmó al final cuando paré el crono en 3 horas 40 minutos y 45 segundos. ¡¡¡¡Fracaso total!!!
Me he tirado 17 semanas corriendo una barbaridad, habiendo recorrido más de 700 kilómetros, y gastado casi dos pares de zapatillas. He corrido lloviendo, bajo un sol de justicia, a las cinco y media de la madrugada, a las diez de la noche en invierno, me han dado cortes de digestión, me he caído... y todo ello no ha servido para nada.
¿Sabéis lo peor? Que el mal resultado obtenido no ha sido por mi culpa, quiero decir... que yo he hecho todo lo que estaba en mi mano, pero las malísimas condiciones en las que corrimos en Málaga han hecho que no sea yo el único que no consiguiera su objetivo, sino que no conozco a nadie que lo haya logrado. Un dato. El ganador de un maratón emplea habitualmente entre dos horas y cinco minutos, y dos horas y diez minutos. Más o menos. Pues bien, el ganador de esta carrera lo hizo en dos horas y 27 minutos. Pero es que el segundo clasificado hizo dos horas y 34 minutos. ¡¡Ahí es nada!!.
Tengo que reconocer que yo personalmente me encontraba físicamente mejor que en mi último maratón, el de Florencia, en el que tardé 3 horas y 33 minutos. De ahí que esperaba bajar de las 3h 30min en esta ocasión. Y así me lo han ido confirmando los diferentes tests que he realizado. Sin embargo he comprobado más que nunca que un maratón es imprevisible, todo puede ocurrir, y así ha sucedido ahora.
El caso es que la cosa empezó bien, y la organización nos colocó a todos muy bien en la salida, según los tiempos estimados de cada uno. Por ello la salida fue perfecta, a pesar de realizarse desde una pista de atletismo.
Pronto se truncó todo a causa de la lluvia. No calló demasiada, pero lo suficiente para mojarte los pies y afrontar más de 42 kilómetros con los zapatos más pesados de lo normal, y con los dedos sufriendo por los roces.
La media maratón la hice muy bien, por debajo incluso de mis tiempos previstos. Y eso que el cuerpo me pedía ir más rápido, algo que yo frenaba en previsión de que al final pudiera gastarse la gasolina, tal y como ocurrió finalmente.
A partir del kilómetro 22 las piernas empezaron a pesarme, y en el 25 se me bloquearon completamente. Yo intentaba avanzar, pero me resultaba imposible. La máquina no carburaba.
Si a eso le unimos unas avenidas larguísimas que se hacían eternas a través de unos feísimos polígonos industriales y un desangelado paseo marítimo sin prácticamente público alguno animando, que eso ayuda y de qué manera, junto con algunos falsos llanos que jodían de lo lindo, principalmente en la parte final de la carrera, obtenemos una condiciones negativas para el corredor.
También tuvimos una humedad altísima, junto con muchísimo calor, y eso que estamos en diciembre y llovía. Pues a pesar de eso tenía que echarme una botella de agua por la cabeza para refrescarme en cada punto de avituallamiento.
Lo dicho, fracaso total de carrera debido, creo sinceramente, a los condicionantes externos. Creo que nos ha pasado algo parecido a lo de la Armada Invencible.
Al acabar estaba fatal, e incluso llegué a pensar que esto no merecía la pena. Seguramente no lo merezca, pero ya busco otro maratón para desquitarme. No, si ya lo dice aquel viejo proverbio chino: Sarna con gusto no pica.
Ciudad Real (año 2003), San Sebastián (2008), Florencia (2009) y ahora Málaga. ¿Cuál será la siguiente? Creo que no tardaré en decíroslo.
Heartly regards de un corredor decepcionado pero también enrabietado.

domingo, 5 de diciembre de 2010

Objetivo Málaga (V): la suerte está echada

En un par de horas partimos hacia Málaga. Mañana es el gran día. Ya no hay vuelta atrás. La suerte está echada.
¡Cuánto ha llovido desde aquel 9 de agosto de 2010 en el que empecé mi plan de preparación que concluye mañana!. Han sido 17 semanas de tiradas largas (unas más exigentes que otras) y cortas, de rodajes tranquilos, de series a tope, de gimnasio, de fisio... Y ya sólo queda esperar que pasen las horas para afrontar mañana la prueba rey del atletismo.
Han sido 724,3 kilómetros de entrenamientos a lo largo de 52 días distribuidos entre las 17 semanas que os he mencionado anteriormente. Para hacer esto he acabado con las zapatillas que disputé el maratón de Florencia (hace poco más o menos un año) y casi he liquidado otras que me compré para los rodajes menos exigentes. También he probado las que adquirí para disputar mañana el maratón. Las compré el pasado mes de enero -eso es previsión- y en este tiempo sólo les he hecho 189,6 kilómetros.
Ayer me tocaba, según el plan, el último rodaje, y el viernes el último día de gimnasio. Sin embargo, sustituí las dos cosas por.... un día en la aceituna. Para más inri, el primero. ¡Ahí es nada!. Finalmente la cosa no fue tan mal, y sólo tengo algo cansadas muñecas, manos y articulaciones del codo -estuve las seis horas y media con la vara-, pero como con eso no se corre, pues nada. Me he tomado alguna pastilla de eferalgán, y el tío está como nuevo.
Ya queda casi nada para mi cuarta maratón. Os seguiré contando.