lunes, 30 de abril de 2018

Espetar

Continuando con la confección de mi particular diccionario, compuesto por aquellas palabras que encuentro en las lecturas de mi día a día, y de las que desconozco o dudo de su significado, aquí tenéis otra.
Hace unos días, viendo el informativo de Ondajaén Televisión, me llamó la atención un verbo utilizado por mi compañera Pilar Lara. En su información, sobre una gran espetada de sardinas que se había realizado en Jaén capital en virtud de un convenio de colaboración establecido entre los ayuntamientos de Jaén y Fuengirola, la periodista decía que se habían "espetado 600 kilos de sardinas".
Sé que un espeto es ese conjunto formado por tres o cuatro (o más) sardinas ensartadas en un palo o un alambre (que está clavado en la arena) y que se asan al fuego. Producto típico de la playa, también se ha desarrollado en todo tipo de establecimientos y restaurantes manteniendo la filosofía del plato, aunque no haya ni arena ni playa.
Ya digo que sé lo que es un espeto. Y también conozco que utilizar "espetar" como verbo significa decirle algo a alguien de una manera abrupta. Sin embargo, no sabía que "espetar" se podía utilizar como verbo para indicar "asar sardinas", es decir, para hacer espetos.
No obstante, y para solventar por completo cualquier duda, acudí al diccionario de la lengua española, elaborado por la Real Academia Española, y esto es lo que encontré:

ESPETAR (de espeto):
1.- tr. Atravesar con el asador, u otro instrumento puntiagudo, carne, aves, pescados, etc., para asarlos.
2.- tr. Atravesar, clavar, meter por un cuerpo un instrumento puntiagudo.
3.- tr. coloq. Decir a alguien de palabra o por escrito algo, causándole sorpresa o molestia. Me espetó una arenga, un cuento, una carta.
4.- prnl. Ponerse tieso, afectando gravedad y majestad.
5.- prnl. coloq. Encajarse, asegurarse, afianzarse.

Con la primera acepción quedan solventadas todas mis dudas. Con las siguientes, confirmo lo que ya sabía, pero también incremento mi conocimiento sobre los significados de esta palabra.
Bien por Pilar Lara.

jueves, 19 de abril de 2018

Expediente X: tranvía de Jaén

La postura de Junta de Andalucía y Partido Socialista en torno al tranvía de la ciudad de Jaén empieza a rayar lo intolerable, si no lo ha sobrepasado ya.
La Junta de Andalucía acabó hace siete años la construcción de un tranvía en Jaén en el que se gastó 120 millones de euros. Una cantidad lo suficientemente importante como para haber realizado previamente un proyecto de viabilidad y un estudio de mercado, elementos que hoy sabemos por el Tribunal de Cuentas que no se hicieron.
Fue un capricho de la entonces alcaldesa socialista, Carmen Peñalver, que apoyó desde el primer momento el gobierno -también socialista- de la Junta de Andalucía. Se hizo rápido porque, según dijeron, era gracias a fondos de la Unión Europea que se destinaban a proyectos medioambientales y de movilidad sostenible, y el tranvía lo era. Hoy sabemos, por el Tribunal de Cuentas, que aquello fue mentira porque todo lo pagó directamente la Junta de Andalucía.
En el proyecto inicial se dotó al tranvía de un carácter metropolitano, y por eso mismo se construyó en la zona norte de la ciudad, junto a la primera parada, un gran aparcamiento de coches gratuito para que quienes venían a la capital dejasen ahí sus vehículos, sin costarles un duro, y después moverse por la ciudad en tranvía.
Cuando el Partido Socialista perdió la alcaldía de Jaén, y la ganó el Partido Popular, el tranvía ya no le resultó interesante. Se desentendió hasta tal punto que anunció que no podría apoyarlo económicamente porque no tenía carácter metropolitano. Y las exigencias económicas al ayuntamiento eran brutales para que pagara unas facturas mensuales por los vagones que eran a todas luces inasumibles para una de las administraciones locales más endeudadas de España.
De la guerra declarada por la Junta al Ayuntamiento, se pasó a una Susana Díaz que empezó a suavizar su discurso, aunque por boca del consejero -jienense para más señas- Felipe López. Ante la postura firme del ayuntamiento de la capital de no asumir el costo de algo que ni había diseñado, ni podía pagar, la Junta decidió pagar el 40% de las posibles pérdidas anuales que tuviera el tranvía una vez fuese puesto en marcha. Después la propia Junta convenció a la Diputación provincial para que ésta asumiese el 20% de esas posibles pérdidas. Después -hace unos días y sin que nada hubiese cambiado desde el punto de vista de la propia infraestructura- la presidenta de la Junta dijo que el tranvía de Jaén volvía a tener carácter metropolitano, y por tanto ya podía prestarle ayuda económica. ¿Pero cómo es eso? ¿Qué ha pasado para el cambio de discurso si no ha cambiado nada? Quizá sean las cosas de la política, de la mala política.
Lo último ocurrió antes de ayer. Julio Millán, secretario general del PSOE de la capital, parlamentario socialista andaluz, y próximo candidato a la alcaldía de la ciudad de Jaén, informó a los medios de comunicación que su partido, el PSOE, va a proponer al gobierno -del PSOE- de la Junta de Andalucía que estudie la posibilidad de asumir directamente la gestión del tranvía de Jaén.
Es decir, se ha pasado del blanco al negro, y otra vez al blanco, sin que nada objetivo haya cambiado en el tranvía de Jaén. El único cambio producido es que el PSOE dejó de gobernar la alcaldía para pasar a la oposición, y ahora nos encontramos a un año de las nuevas elecciones municipales, en las que el PSOE quiere recuperar el gobierno local.
Igual estoy hilando demasiado fino, pero no me discutiréis que, como mínimo, la cosa no pinta muy limpia.

lunes, 16 de abril de 2018

El reto de Ciudadanos... en Jaén

Ciudadanos es el partido político de moda en nuestro país. Eso hace que sean muchos los que corren para conseguir un hueco en sus listas porque tienen asegurado ser elegidos diputados nacionales, regionales o concejales en las próximas elecciones.
En Jaén ha sido María Cantos una de las primeras en mover ficha, y no sólo tiene garantizado un puesto en primera línea (todo hace indicar que será la candidata a la alcaldía) sino que también ha logrado acomodo para los dos dirigentes vecinales que la han acompañado en los últimos años. Incluso está confeccionando parte de la lista, y ya tiene cerrado algún fichaje estrella que se dará a conocer próximamente.
El reto que se le presenta ahora a Ciudadanos es el demostrar que se trata de un partido con proyecto firme; y es que corre el riesgo de dar la imagen de estar al servicio de lo que diga en cada lugar el fichaje de turno en función de sus intereses personales, situándose por encima del propio partido.
Pongo un ejemplo.
Ciudadanos Jaén concurrió hace cuatro años a las elecciones municipales en la capital llevando en su programa electoral que apostaba por una estación intermodal en Vaciacostales, mientras que para la actual ubicación de la estación de autobuses hablaba de un gran centro de ocio que dinamizara la zona.
Algo de tan grueso calibre para una ciudad como una estación intermodal (esto es, aunar en un mismo espacio autobuses interurbanos, urbanos, trenes y taxis) no se improvisa, sino que es (o al menos debe ser) el fruto de un trabajo arduo y complejo porque hablamos de algo que marcará el futuro de la ciudad para los próximos 20 ó 30 años. Quiero decir con esto que no es admisible que un día diga Ciudadanos que la intermodal debe ir en Vaciacostales, y tres años después, preparando ya las próximas elcciones municipales, su previsible nueva y flamante candidata (para más señas, María Cantos) se posicione ella públicamente y posicione a su partido con una propuesta de estación intermodal en el centro de la ciudad, rechazando lo que el mismo partido había comprometido tiempo atrás.
¿Ciudadanos es un partido sólido, con un proyecto firme, riguroso y trabajado a conciencia, con proyectos estudiados a presente y a futuro, fruto de la labor de su gente... o es lo que en cada momento diga el candidato de turno (hace tres años, Salud Anguita; ahora, María Cantos; y dentro de tres años Rita la Cantaora)?
Lo iremos viendo con el paso de los meses, y a medida que se hagan públicas sus propuestas electorales.
Nos comprometemos a estar atentos.

domingo, 15 de abril de 2018

Espabilando, que es gerundio

Siempre resulta gratificante encontrar a alguien que comparte tus teorías. Satisfacción que es mayor cuando lo que defiendes parece una causa perdida.
Hace años que expongo en mi entorno más cercano -y también en algún ámbito que tiene mayor recorrido- que me parece una barbaridad lo descaradamente fácil que se lo ponen a los alumnos de Educación Primaria para aprobar. Tras un examen siempre queda la recuperación, la recuperación de la recuperación, la recuperación de la recuperación de la recuperación... o hacer una ficha por aquí, un trabajito por allí.... 
Me cabrea que no preparen a mis hijos para afrontar la vida real; esa que casi nunca te da una segunda oportunidad, y en la que cualquier acción tiene una consecuencia que debe asumir quien la realiza. No hay examen de recuperación.
Ocurre en Primaria, y también en Secundaria. Preparan a nuestros hijos para el mundo de Yupi, pero después se encuentran con Rocky. Si no sabes afrontar y encajar los golpes, estás muerto.
Espabila, chaval (Pablo Poó. Editorial Planeta. Tercera edición. Barcelona. 2017) me parece una obra de obligada lectura "para adolescentes que deberían leer los padres", como indica en la portada el propio autor.
Poó, un profesor interino que en pocos años lleva más mudanzas de instituto que Copas de Europa de fútbol tiene el Real Madrid, no sólo corrobora desde dentro del sistema educativo español lo que os he indicado anteriormente, sino que con este libro intenta ponerle solución. Y lo hace de la única forma que puede: dirigiéndose a sus alumnos.
Entiende que llegan a la ESO o al Bachiller sin estar suficientemente preparados. La culpa es del sistema, pero también de ellos porque en lugar de trabajar duro estudiando, esforzándose, implicándose... se dedican a hacer el vago, a jugar, a pasar de los estudios. No se dan cuenta de que están hipotecando su futuro, y eso es lo que intenta explicarles. El objetivo de Poó es zarandear la burbuja en la que viven unos adolescentes acomodados en un mundo irreal. Les habla claro, en su idioma, y no únicamente de qué deben hacer para estudiar y aprobar, sino también motivándolos a ello intentado hacerles ver que llegará un momento en el que no dependan del dinero que les dan sus padres, y entonces deberán ganarse la vida. ¿Cómo tienen previsto hacerlo si dejan los estudios? ¿Cómo van a pagar la hipoteca o el alquiler, o el wifi, o la letra del coche, la ropa, el gimnasio, la comida...? ¿Que te conformarás con el paro y cuatro chapuzas que hagas por ahí.... Pero sabes lo que es el paro?
Si antes todos queríamos ser futbolistas, hoy el objetivo es ser youtuber. Y no está mal, pero siempre que tengas claro que hasta que puedas vivir jugando al fútbol o publicando vídeos en youtube, tendrás que ganarte las habichuelas con algo, ¿no?.
Por cierto, ¿quién gana más, el futbolista mejor pagado del mundo, o el escritor mejor pagado del mundo? Igual te llevas una sorpresa.
Libro recomendable para alumnos, para padres... pero también para quienes dirigen nuestros gobiernos porque esta es la gente a la que administran. La Educación tiene como objetivo precisamente que libros como este no sean necesario.

jueves, 5 de abril de 2018

Ciscar

Continuando con la confección de mi particular diccionario, compuesto por aquellas palabras que encuentro en las lecturas de mi día a día, y de las que desconozco o dudo de su significado, aquí tenéis otra.
El ABC publicó el pasado 1 de abril, como cada día, la columna de Ignacio Camacho. Con el nombre genérico de Una raya en el agua, Camacho titulaba De mal café su opinión ante posibles boicots de clientes a empresas catalanas por posicionarse junto a las tesis independentistas.
En un momento del texto encontramos lo siguiente: "(...) si alguien pretende fracturar tu país, ciscarse en tu Constitución y romper una convivencia muy compleja y sufrida, te sientes poco dispuesto a entender que encima te llamen fascista".
Ahí está: CISCAR. ¿Qué es ciscar? La verdad es que no tengo ni idea, pero por el contexto y forzando un poco la cosa, me decanto por una acepción metafórica del verbo mear. Es decir, la frase quedaría algo así como "(...) mearse en tu Constitución (...)".
El diccionario de la lengua española, elaborado por la Real Academia Española, recoge lo siguiente:

CISCAR: 
1. tr. coloq. Ensuciar algo.
2. prnl. Evacuar el vientre.

Dado que en la frase que nos ocupa existe la conjunción "en" entre el verbo "ciscar" y "tu Constitución", entiendo que la primera acepción no es válida. O, al menos, sería más correcta la segunda.
¡Je, je, je! Mi olfato iba bien encaminado, pero se quedó corto.
Me gustó el uso de este verbo.

domingo, 1 de abril de 2018

Chapó por Ondajaén RTV

Ondajaén Radio Televisión y quienes allí trabajamos tenemos el sino de estar siempre en el ojo del huracán.
Históricamente somos el saco de todos los palos de la oposición porque nos acusan de estar al servicio del poder. Esto pasa cuando gobiernan los unos y enfrente están los otros, pero también cuando intercambian sillones gobierno y oposición. 
Lo peor de todo es que -algunos especialmente- nos toman ya como arma y argumentario de enfrentamiento político. Es decir, le quieren dar una patada al rival político pero golpeando nuestro culo. Y con eso lo único que consiguen es no dejar trabajar con normalidad a quienes aquí estamos.
No voy a caer en la simpleza de recordar cuándo cuestan otras televisiones públicas autonómicas o nacional (controladas por los unos y también por los otros), ni siquiera voy a mostrar aquí informes e incluso sentencias que demuestran su parcialidad. Y no lo haré simplemente porque esas otras televisiones se encuentran en la misma posición que Ondajaén, y el problema no es de las emisoras sino de los políticos.
En un día como día, justo la primera jornada tras la Semana Santa 2018, quiero destacar el grandísimo trabajo que ha realizado Ondajaén Radio Televisión en esta Semana de Pasión.
A todos aquellos que nos ponen a parir un día sí y otro también les pido que pregunten a las personas mayores de sus familias, enfermos, o amistades y conocidos que por cualquier motivo no han podido ver en persona la Semana Santa de Jaén, y su única posibilidad ha sido a través de Ondajaén. Que les pregunten qué les ha parecido. Que les pregunten si es una televisión que merece la pena. Y si quieren entran en discusiones económicas, que me digan en cuánto dinero valoran ellos, quienes nos critican, la emoción de esa anciana de Peñamefécit que sólo pudo ver por Ondajaén la primera estación de penitencia de la historia del Gran Poder. Y es sólo un ejemplo. Si quieren más, se los puedo facilitar.
Lo que hace Ondajaén en Semana Santa se llama servicio público. Igual que las retransmisiones del Real Jaén, la San Antón, los plenos del ayuntamiento... y tantos y tantos asuntos que ocurren diariamente en la ciudad, y que pasarían desapercibidos, no existirían, si no fuera por la radio y la televisión municipal.
Así lo hemos hecho, así lo hacemos, y así lo seguiremos haciendo -mientras nos dejen- quienes conformamos Ondajaén RTV, pese a los exabruptos de algunos que irónicamente son los mismos que después nos llaman para que les saquemos.
Enhorabuena compañeros y compañeras. La Semana Santa 2018 ha sido nuevamente un ejemplo de lo que es Ondajaén. Chapó por todos porque os lo habéis currado.